28 de marzo de 2024

RESUMEN | Los ojos del perro siberiano - Antonio Santa Ana

"Los ojos del perro siberiano" es el libro más conocido del autor ANTONIO SANTA ANA. (click ACÁ para leer su biografía). Publicada en 1998, ha vendido más de un millón de ejemplares. 
Su continuación "Bajo el cielo del sur", fue publicada en 2019.



¿De qué se trata 'Los ojos del perro siberiano'? (Super hiper resumido en un párrafo) 
El joven Ezequiel, de ojos azules y pelo negro, se ha ido de la casa por problemas con sus padres. Su hermano, trece años menor, un niño de cabello castaño y ojos marrones, narrador protagonista de la novela, intuye que hay cosas a ese respecto que le han ocultado. A pesar de las mentiras y respuestas evasivas de los adultos, decide investigar la causa del problema a como dé lugar y conocer mejor a su hermano, aún si esto significa desobedecer a sus padres. Así, logra contactar a Ezequiel y descubrir todo lo que le sucedía. Se entera entre otras cosas, que padece sida. Sacha es una perra siberiana que otrora fuera la más débil de su camada, acepta a Ezequiel tal como es mientras el resto del mundo lo discrimina y le da la espalda con reproches y vergüenza, cuando no con mera curiosidad, desprecio o lástima. Tras enfrentamientos con su riguroso y autoritario padre, que le prohíbe ver a Ezequiel, y ante la debilidad de la madre, el chico cae en la cuenta de lo importante que es para él esa relación fraternal. Al final, sólo el hermano menor acompaña a Ezequiel a morir de esa enfermedad y hereda de él su violonchelo, algunos buenos recuerdos y la madurez y el entendimiento de temas como la discriminación, el amor y la empatía. Esta novela es una narración franca que en retrospectiva relata en primera persona las vivencias y sentimientos del niño que fue.


BIOGRAFÍA | Antonio Santa Ana

Biografía del autor de "Los ojos del perro siberiano", Antonio Santa Ana


Antonio Santa Ana es un reconocido escritor argentino, nacido en Buenos Aires en 1963. Además de ser escritor, es editor y especialista en literatura infantil y juvenil. A lo largo de su carrera, ha desempeñado varios roles en el mundo editorial, desde librero hasta director editorial y consultor en diversas compañías del sector.

Su primera novela, "Los ojos del perro siberiano", publicada en 1998, se convirtió en un fenómeno literario que conmovió a más de un millón de lectores. Esta obra tuvo un gran impacto en toda Latinoamérica y fue traducida al portugués y al italiano. Considerada un clásico de la literatura juvenil contemporánea, esta novela marcó el inicio de una exitosa carrera para Santa Ana.

Además de "Los ojos del perro siberiano", Santa Ana ha escrito otras obras tanto para jóvenes como para niños. Algunas de sus novelas para jóvenes incluyen "Nunca seré un superhéroe" y "Ella cantaba (en tono menor)". Entre sus libros para niños se encuentran "Los superfósforos" y "Las canciones de Constanza". También ha publicado la secuela de su exitosa primera novela, titulada "Bajo el cielo del sur".

Con una escritura cercana y emotiva, Antonio Santa Ana ha dejado una huella significativa en la literatura juvenil contemporánea, explorando temas relevantes y conmovedores que resuenan con sus lectores.

RESUMEN de "Los ojos del perro siberiano", CLICK ACÁ.

RESUMEN | Entre el amor y el espanto - Nicolás Schuff

Entre el amor y el espanto

ENTRE EL AMOR Y EL ESPANTO En un juego donde el narrador y el autor se reflejan, donde la ficción y la realidad se van enlazando, estas Nuevas leyendas urbanas participan tanto del género fantástico como del romántico y, al mismo tiempo, están íntimamente vinculadas con el espacio de la ciudad.

Si necesitás la biografía de su autor, Nicolás Schuff, hacé CLICK ACÁ.

A continuación, mi humilde resumen: ENJOY!

Capítulo 1: San Telmo

Nicolas Schuff, el escritor y protagonista de la historia, se encuentra en Parque Lezama y recibe un llamado. Ve el número desconocido y piensa que puede ser Ana, entonces atiende, pero es Juan Monti de la Editorial Estrada, quien le pide una reunión para el día siguiente ya que necesita que escriba un libro para la colección Azulejos.

Nicolás piensa en que es una buena noticia y acepta. Últimamente, está desanimado y con poco trabajo, también tiene sueños muy vívidos que se le confunden con la realidad.   

Cuando corta la comunicación, tiene ganas de mandarle un mensaje a Ana para contarle, pero sabe que ella no le responde ninguno de sus llamados y él no sabe por qué.

Mientras observa el Parque, que se encuentra en el barrio de San Telmo, recibe un pelotazo en la cabeza. Hay tres chicos de diez u once años jugando a la pelota, que se ríen y le piden perdón. Nicolás les propone hacer un partido pero los niños dicen que se estaban yendo porque es primero del mes y señalando la iglesia rusa le pregunta si no escuchó hablar de Andrei. Nuestro protagonista le pregunta quién es, y el chico le explica que fue un niño que vino de Rusia con sus padres. Su papá trabajaba en la construcción de la iglesia, pero un día lo trajo a conocer el lugar y una viga cayó, lo golpeó en la cabeza y lo mató. Desde ese día dicen que el fantasma de Andrei vive en la cúpula y que todos los primeros días de cada mes provoca una desgracia.

Una vez en su casa, Nicolás es recibido por Mitchum, su gato. Riega las plantas e intenta llamar a Ana, que no contesta. Investiga en internet acerca de la iglesia rusa y revisa sus mails. Su amigo Gaznápiro, un niño escritor de 12 años, le ha escrito para saber cómo anda. 


Capítulo 2: Saavedra

Al día siguiente, Nicolás recibe un llamado de su amiga Mariela. Ella fue su compañera de la escuela primaria y secundaria. El gustaba de ella en ese momento pero ella se puso de novia con otro chico y terminaron siendo muy buenos amigos. Mariela siempre se preocupa mucho por él y lo llama seguido, aunque él suele no contestar porque no tiene nada para contar y porque le da pereza. La última vez que se vieron él la dejó plantada en una librería y le debía una explicación. Hablan brevemente y él queda en llamarla.

Se reúne con Juan Monti, editor de Estrada, quien le ofrece escribir un nuevo libro sobre leyendas urbanas. Monti sugiere que el libro incluya fotos y datos sobre los barrios de la ciudad para darle un enfoque más completo y atractivo. Nico acepta la propuesta y de la reunión, se dirige a un bar en Saavedra, su barrio de la infancia, donde reflexiona sobre el nuevo trabajo.

En el bar, Nico comienza a pensar en la lista de leyendas urbanas que podría incluir en su libro. Recuerda a Gaznápiro, un amigo que siempre ha querido escribir algo juntos. Considera que esta es una oportunidad perfecta para trabajar en colaboración y divertirse con el proyecto. y se queda sorprendido porque el día anterior hubo un accidente en Parque Lezama, donde una pareja fue aplastada por un colectivo al tratar de esquivar a un chico que cruzaba la calle, Nico recuerda una historia de Andrei.

Gauna, el hombre del bar, y él le termina contando una historia intrigante sobre una casa embrujada. Lerelata cómo su esposa, Elsa, trabajaba como limpiadora en una casa donde la hija de los dueños, Diana, afirmaba ver un fantasma. Una noche, Elsa decide quedarse con Diana para calmarla, y presencia la aparición del fantasma en la habitación de la niña. Después de esta experiencia, Elsa encuentra un diario oculto debajo del suelo del ropero de Diana, perteneciente a una niña llamada Azucena Rinaldi. Gauna explica que Elsa llevó el diario al cementerio y lo dejó junto a la tumba de Azucena. Después de esta acción, el fantasma nunca volvió a aparecer en la casa, lo que alivió a Elsa. Gauna concluye su historia y Nico queda intrigado y un poco perturbado por el relato. Agradece a Gauna por compartir la historia y reflexiona sobre el destino de los recuerdos y los fantasmas.  


Capítulo 3 Montserrat

Nicolás sale del bar y camina hacia Av Cabildo y piensa en cómo conoció a Ana en la librería "El otro cielo" de Montserrat, a dónde había ido gracias a la insistencia de su amiga Mariela, quien lo acompañó. Cuando vio a Ana en la librería, quedó cautivado por su belleza y decidió comprarle el libro que ella estaba mirando, "La invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares, aunque ella ya se había ido.

Desesperado por encontrarla, corrió tras ella y logró alcanzarla. Tras caminar juntos unas cuadras, Ana se detuvo y lo enfrentó, preguntándole por qué la seguía. Nicolás le propuso tomar algo juntos para entender por qué la seguía. Ana aceptó  y entraron a un bar cercano, donde Nicolás la encontró aún más hermosa de cerca.

Nicolás insistió en regalarle el libro, pero Ana se mostraba reacia. Ambos charlaron sobre diversos temas, aunque él hablaba más de lo debido por los nervios. Ana le contó que vivía en el barrio de Parque Chas, y al ser cuestionada sobre si tiene novio, respondió en tono ambiguo. Antes de que el mozo del bar los interrumpiera para anunciar el cierre, intercambiaron números y acordaron verse pronto.

Nicolás regresó a la librería para buscar a Mariela, pero ella ya se había ido. Esa noche, él se había sentido feliz y enamorado, durmiendo por primera vez en semanas con una sonrisa en el rostro.

Nicolás se encuentra preocupado y confundido porque han pasado cinco días desde su encuentro con Ana, y ella no responde sus llamadas ni mensajes. Comienza a cuestionarse si ella se arrepintió, si le dio mal el número, si le robaron el celular o si tal vez tiene un novio del que no quiso hablar.

El entusiasmo inicial ahora se desvanecía, sintiéndose como si su alegría se convirtiera lentamente en desilusión. Reconoce que quizás está siendo demasiado impaciente, reflexionando sobre cómo la tecnología nos hace creer que estamos siempre conectados y nos impacientamos cuando no recibimos respuestas inmediatas.

Decide que lo mejor es tomar las cosas con calma y recordar que Ana es una chica de otra época, algo que le había atraído desde el principio..

En su camino de regreso en subte, decide cerrar los ojos y descansar un poco. En ese momento, se queda dormido y tiene un sueño donde camina de noche por un antiguo parque tomado de la mano de Ana. Siente su mano fría y húmeda, y en medio de la calidez del sueño, una ráfaga de viento frío los sorprende. Ana se asusta, pero él trata de calmarla, diciéndole que no tenga miedo porque está con ella.

Sin embargo, todo se vuelve oscuro cuando escuchan un motor acercándose rápidamente. En el último momento, antes de despertarse, ve el rostro del chofer del colectivo que se aproxima y descubre con horror que es su propio rostro. Grita y despierta en el vagón del subte, lleno de gente y con un niño mirándolo con curiosidad.


Capítulo 4: Puerto Madero

Nicolás llega a Plaza de Mayo después de tomar el subte y decide aprovechar el tiempo deambulando por Puerto Madero, el barrio más nuevo y lujoso de Buenos Aires. Recuerda cómo solía ir allí en bicicleta con Mariela cuando la zona estaba en construcción, corriendo carreras y sintiéndose como personajes de ficción en un escenario de película.

Sin embargo, nota cómo ha cambiado el barrio con los años. Ahora está lleno de oficinas, hoteles y restaurantes lujosos.Se siente incómodo al ver la contrastante realidad de gente revolviendo la basura mientras el barrio brilla con lujo y opulencia.

A pesar de todo, reconoce la belleza del lugar con el río y los silos restaurados que ahora son comercios o viviendas. Decide caminar por la rambla y tomar algunas fotos, aprovechando la extraña luz de la tarde que se refleja en el agua.

Sentado en un banco frente al río, intenta llamar nuevamente a Ana, pero el teléfono sigue sonando sin respuesta. 

Sumido en pensamientos sombríos, revisa las fotos que tomó y se sorprende al ver una figura borrosa y vagamente humana en una imagen del Puente de la Mujer. Este descubrimiento lo inquieta y decide acercarse al puente para investigar, pero no encuentra nada fuera de lo común, solo turistas y familias disfrutando del lugar.

Al final, se pregunta si todo esto es producto de su imaginación excitada por los acontecimientos de los últimos días. Nicolás se encuentra con un guardia de seguridad y le pregunta si ha visto algo extraño en el puente, mencionando la posibilidad de un fantasma. 

El guardia baja la voz y menciona que hay fantasmas reales en el puente. Afirma que los escucha quejarse, lloriquear y murmurar constantemente. 

El guardia sugiere que los fantasmas son personas que en vida estaban demasiado ocupadas con los negocios y se olvidaron de vivir. Ahora, en la muerte, no pueden abandonar este mundo pero tampoco volver a la vida, así que deambulan por el puente y las oficinas vacías.

Nicolás se queda con la incertidumbre sobre la existencia de los fantasmas y se pregunta si debería creer en estas historias o si el guardia simplemente está loco.

Nicolás regresa a casa reflexionando sobre la soledad en las grandes ciudades y su posible relación con la aparición de fantasmas. Al llegar a casa ordena las historias de Saavedra y Puerto Madero, pensando en utilizarlas para su futuro libro, y envía un correo electrónico a Gaznápiro ofreciéndole el trabajo, a lo que Gaznápiro responde rápidamente aceptando.

Después, llama a su abuela María para arreglar una visita y almuerzo al día siguiente. Antes de acostarse, recuerda una fiesta en séptimo grado donde Mariela y Darto, bailaron juntos y comenzaron a salir, lo que le generó cierta tristeza ya que él estaba enamorado de Mariela en ese momento.

En su sueño, Nicolás se encuentra en una casa donde siente que hay un animal con colmillos de hielo detrás de una de las puertas. Aunque está aterrorizado, se dirige hacia una luz que resulta ser una pantalla de cine, donde ve a personas ciegas con anteojos negros. Al darse cuenta de que todo es como una película, se despierta hablando solo en la cocina, con Michum observándolo curiosamente.


Capítulo 5: Villa Crespo

Nicolás visita a su abuela María, una mujer proveniente de la provincia de Entre Ríos, cuyos padres llegaron a Argentina huyendo de los pogromos en Ucrania y Lituania. Siempre que lo visitaba, lo recibía con comida, viéndolo demasiado flaco a su parecer. Esta vez, al abrirle la puerta, su abuela notó su aspecto y exclamó preocupada por su estado de salud.

Durante la comida, Nicolás le cuenta a su abuela sobre su nuevo trabajo y le pregunta si conocía la leyenda de Andrei. Ella dice que no pero le cuenta una experiencia propia bastante extraña de cuando estudiaba en Buenos Aires, una historia que quizás podría servirle para su libro.

La abuela María cuenta que cuando tenía diecisiete años y recién había llegado a la ciudad, se quedó en la casa de unos amigos de sus padres en la calle Jufré, en Villa Crespo. En ese entonces, el barrio era tranquilo, pero habían desaparecido un par de chicas jóvenes el año anterior, alimentando una especie de leyenda sobre un espíritu maligno.

Una noche, cuando María se disponía a acostarse, golpearon la puerta. Al abrir, se encontró con una niña de diez u once años con ojos grandes y tristes. La niña afirmó estar perdida, hambrienta y cansada. María la hizo entrar, le ofreció leche tibia con pan y manteca con azúcar, y le propuso ir a la comisaría al día siguiente. Sin embargo, la niña le pidió dormir un poco antes. María la dejó dormir en un sillón, pero al despertarse al día siguiente, la niña había desaparecido. Preocupada, María fue a la comisaría para informar lo ocurrido, pero no tenían denuncias de desapariciones recientes. Decidió entonces ir a un asilo para niñas huérfanas en la calle Arévalo, donde la recibió una mujer amable Al mostrarle la foto de la niña, la mujer del asilo la reconoció como Simona, una niña que había estado en el asilo el año anterior y que había fallecido después de solo dos noches debido a una grave desnutrición. María quedó inquieta pero intentó olvidar el asunto, convenciéndose de que se había equivocado.

Sin embargo, una semana después, volvió a golpear su puerta la misma niña, Simona, que le dijo que tenía hambre y sueño. Aterrada, María le dio leche y pan con manteca, y Simona volvió a dormirse sin probar nada. Esta vez, María no se atrevió a quedarse cerca y se retiró a su cuarto.Cuando amaneció, salió del cuarto y la niña ya no estaba, pero había dejado una nota en la mesa:

'GRASIAS POR EL PAN Y LA LECHE. AHORA TENGO QUE IRME A BUSCAR A OTRAS CHICAS QUE NO ME DEJARONENTRAR A SUS CASAS, PARA LLEBÁRMELAS AL INFIERNO'.

Este mensaje aterrorizó a María, quien lo quemó de inmediato, pues le daba escalofríos.

Después de la inquietante historia, Nicolás revisa su teléfono y ve un mensaje de Mariela, que le dice que si no la llama, ella tendrá que ir a buscarlo. Agradece a su abuela quien le da un sobrecito con dinero.

Diez minutos más tarde, se toma un colectivo hacia Parque Chas, porque recuerda que Ana había mencionado que allí vivía. 


Capítulo 6: Parque Chas

Parque Chas es un barrio que tiene una estructura peculiar con calles circulares y manzanas que forman triángulos y otras formas irregulares. Es fácil perderse en este laberinto urbano donde pocas personas se ven en las calles, especialmente durante la siesta o por la noche.

Desciende del colectivo sin un plan específico y camina sin rumbo fijo. Observa las casas alrededor e intenta imaginar dónde vive Ana. Ve a un chico que pasa en bicicleta arrastrando a otro chico en un skate, y poco después, el chico de la bicicleta regresa solo.

Nicolás se acerca al chico de la bicicleta y le pregunta por su amigo, el chico del skate, al que describe como "medio gordito" y con rulos. El chico de la bicicleta, un poco confundido, le responde que el chico del skate, llamado "el gordo Tito", ha estado enfermo en casa con gripe durante aproximadamente una semana. Decide seguir al chico de la bicicleta, pensando que tal vez conozca a Ana al ser del barrio. Sin embargo, al doblar una esquina tras él, se encuentra con una calle vacía. Se detiene en un kiosco donde le pregunta al viejito kiosquero si conoce a Ana, pero le dice que no. En ese momento, aparece el chico gordito con la patineta bajo el brazo, pidiendo un helado al kiosquero, a pesar de que no hay helados y es invierno. El protagonista, recordando que el chico estaba enfermo, le pregunta sobre su gripe, a lo que el chico lo mira confundido y se va en la patineta.

El kiosquero, notando la extrañeza del protagonista, le comenta que en Parque Chas ocurren cosas extrañas, refiriéndose a los "rulos del tiempo". Le explica que a veces personas de otras épocas aparecen en el barrio, como el chico con apariencia de los años 80 que se acaba de ir. 

El protagonista, incrédulo, escucha al kiosquero contar cómo atendió a un niño que pedía chicles de una marca que ya no existe, recordando que él mismo fue ese niño y decidió no comprarle más al viejo kiosquero mentiroso, que resulta ser él mismo en el futuro. Esto confunde aún más a Nicolás, q decide salir del barrio antes de que anochezca, aunque le cuesta un poco encontrar la salida.

El protagonista recuerda que Ana le había mencionado su apellido, Altriau, y decide buscarla en la guía telefónica.

Revisa su correo y encuentra un mensaje de Gaznápiro con leyendas recopiladas, como "El Trenecito de la Alegría", donde los niños que suben nunca vuelven los mismos, "Monstruosas Figuritas" de una librería en Flores con figuras de monstruos que parecen reales, y "El Pantufla" de Villa Devoto, donde un chico contagia su olor a pata. Esta última leyenda le parece un chiste de Gaznápiro, ya que su amigo tiene un olor peculiar en sus pies.

Por último, debido al dolor de cabeza, decide descansar un poco y, aunque las historias de fantasmas rondan su mente, poco a poco se queda dormido.


Capítulo 7: Barracas

Nicolás encuentra que uno de los Altriau que había en la guía se llama Jorge y tiene un domicilio en Barracas, cerca de su casa. Al amanecer, el protagonista se dirige hacia allí. En Barracas, un barrio que en el siglo XIX fue de quintas y luego se transformó en galpones y conventillos, encuentra dos casas con el mismo número, una al lado de la otra, lo cual le parece extraño.

Toca el timbre de una de las casas y una mujer de pelo gris y ojos grises lo recibe. La mujer, con ojotas y pies hinchados, lo estudia en silencio antes de permitirle entrar. La sala está oscura, iluminada solo por la pantalla de un televisor sin volumen, y el ambiente es pesado y con olores extraños. Antes de hablar con la mujer, el protagonista se siente mal y pide permiso para ir al baño.

En el baño, mientras se moja la cara y se mira al espejo, ve una cara pálida y ensangrentada que no reconoce como la suya. Siente una herida abierta en el cuero cabelludo y escucha un ruido. Al abrir la cortina de la bañera, ve a una niña de rulos con la cara sucia y chupada, sosteniendo una pequeña cámara de fotos digital con imágenes de monstruos y seres abominables.

Sobresaltado, intenta correr pero sus piernas no responden. Tropieza y cae, aferrándose a la cortina de baño. Siente una lengua húmeda y viscosa en su cara y al abrir los ojos ve a Michum, su gato, lamiéndolo. Se da cuenta de que está en su cama, en su casa. 

Se siente aliviado de ver a su gato y se abraza a él, preguntándose si su sueño fue tan real, si las historias de fantasmas lo están perturbando o si está volviéndose loco. Las manos le tiemblan y tiene la espalda sudada como si hubiera corrido una maratón.

El protagonista, después de una noche de sueños inquietantes, decide bajar a la calle para despejar sus pensamientos. En medio de la lluvia, visita la librería donde conoció a Ana, pero el vendedor le dice que lo recuerda a él pero no a ella.

Siguiendo sus pasos anteriores, llega al bar donde estuvo con Ana y un mozo que lo reconoce le da “La invención de Morel” y le dice que se lo olvidó la última vez. Nicolás le pregunta por Ana y el mozo le dice que esa vez estuvo sentado solo, hablando por horas. Sintiendo que le falta el aire, sale del lugar. En la vereda de enfrente y bajo un balcón está Ana mirándolo. Él se acerca y ella permanece en silencio mientras él le pregunta por qué no respondió sus llamadas. Finalmente, Ana dice que lo suyo no puede ser y comienza a caminar hacia la esquina. En ese momento, Nicolás se da cuenta de que el agua no la mojaba. Él la sigue, pero cuando dobla la esquina, Ana desaparece y el protagonista busca vestigios de ella en la lluviosa calle. En ese momento, aparece su amiga Mariela, quien le pregunta si está bien y le cuenta que fue a su casa pero no lo encontró.

Empapados por la lluvia, Mariela lo lleva bajo un balcón para resguardarse y le pregunta qué le sucede. Él le confiesa que está confundido. Mariela, con su sonrisa reconfortante, le dice que se alegra de verlo y bromea sobre cómo él es un personaje, ya sea de película, libro, historia de amor o de terror.

Después de un rato de silencio contemplativo bajo la lluvia, el protagonista le muestra el libro mojado que olvidó en el bar, "La invención de Morel", y se lo regala a Mariela. Ella, con entusiasmo, acepta el regalo y bromea sobre el libro mojado.

Deciden caminar bajo la tormenta, tomados del brazo para no resbalarse. En cada esquina, él siente la esperanza (o el temor) de ver a Ana, pero ella no aparece. Nicolás reflexiona que es poco probable que vuelva a ver a Ana, mientras camina con Mariela bajo la lluvia.


Epílogo

Han pasado algunas semanas desde la misteriosa desaparición de Ana, y el protagonista ha estado reflexionando sobre lo ocurrido. Se pregunta si acaso él inventó a Ana, si fue un producto de su imaginación o un sueño. Se cuestiona sobre los fantasmas que parecen habitar la ciudad, y si estos espectros son creaciones de la ciudad misma o de nosotros mismos. Reflexiona sobre cómo a veces pasamos junto a personas sin siquiera conocer sus nombres, como su vecino de años en el mismo piso.

Después de días de incertidumbre, recibe un nuevo correo electrónico de Gaznápiro que le ofrece una extraña pista en forma de otra leyenda urbana llamada "La novia". La leyenda cuenta la historia de una mujer hermosa que buscaba constantemente al hombre perfecto para casarse y tener hijos, pero siempre encontraba algún defecto en sus pretendientes. A pesar de tener varios novios enamorados, ella murió soltera y se dice que su espíritu sigue vagando por los barrios del centro en busca de pareja, y que continuará así por toda la eternidad.

Después de reflexionar sobre la posibilidad de que Ana sea el fantasma de la leyenda "La novia", el protagonista se sumerge en preguntas sin respuestas definitivas. ¿Realmente se había enamorado de un espectro? Las incertidumbres persisten, pero poco a poco se abre a un nuevo sentimiento que crece en su corazón hacia Mariela.

Ahora pasa mucho tiempo con ella, compartiendo risas, salidas y momentos especiales. Se da cuenta de que el sentimiento por ella va más allá de la amistad, es un amor que había olvidado pero que ahora revive con fuerza. Planifican un viaje juntos a la costa, una escapada que se siente como un nuevo comienzo.

Mientras avanza con su libro, considera el título propuesto por Gaznápiro: "El amor y el espanto". A él y a Mariela les parece adecuado. Michum, el gato, muestra signos de celos ante la presencia de ella en la casa, pero poco a poco se va acostumbrando y hasta ella lo mima y lo consiente.

El protagonista anticipa que, como siempre, su querido gato terminará saliéndose con la suya. Ahora, con Mariela a su lado y un nuevo proyecto literario en marcha, parece que el futuro se presenta lleno de posibilidades y emociones renovadas.







BIOGRAFÍA | Nicolás Schuff

Biografía del autor de "Entre el amor y el espanto", Nicolás Schuff.



Nicolás Schuff nació en el año 1973 y tiene una variedad de intereses que van más allá de las palabras, incluyendo juegos, música y viajes. Es un escritor de cuentos y novelas que se han publicado tanto en libros y revistas como en su blog "El puchero misterioso" en la dirección www.nicolasschuff.blogspot.com. En este blog, comparte historias dirigidas a lectores de todas las edades.

Dentro de sus obras se destacan títulos como "Leyendas urbanas", una recopilación de historias increíbles; "El misterio de las medias", una intriga que atrapa; "El bajaestrellas", una historia fantástica; "Viaje a la luna", una aventura fuera de este mundo; "Hugo Besugo y el misterio del perro salchicha", una trama misteriosa; "Historias de la Guerra de Troya", una versión moderna de los clásicos; "Aventureros enamorados", una travesía romántica; "Monstruos Argentinos", una colección de criaturas fantásticas locales; y sus adaptaciones de "Las aventuras de Tom Sawyer" y de "La Odisea".

Si te interesa conocer uno se sus libros, "Entre el amor y el espanto", hace CLICK ACÁ.

Si lo querés seguir en Instagram: @pajarofantasma

Les dejo una entrevista muy copada que le hicieron, por si les interesa saber más acerca de él:

5 de marzo de 2024

RESUMEN | La Señora Pinkerton ha desaparecido - Sergio Aguirre

 La Señora Pinkerton ha desaparecido

Acá te dejo un resumen que hice yo, espero que te sirva!

Biografía del autor SERGIO AGUIRRE (click ACÁ)
Más sobre RELATO ENMARCADO (click ACÁ)

Una anciana siente su vida amenazada por una joven y hermosa mujer que acaba de mudarse a su vecindario y de quien asegura que es una verdadera bruja. Exaltada por sus terrores, la señora Pinkerton se desahoga con Edmund, su hijo. Impaciente y escéptico, Edmund escucha a su madre, imaginando que ha perdido la razón. En medio de una tormenta, Edmund sale a buscar a su hija y, al llegar a la casa de la anciana, descubren un hecho siniestro e inquietante. 




A continuación el resumen del libro hecho por mí :)

Capítulo 1 
Edmund visita a su madre, La Sra Pinkerton y ella le dice que su vecina es una bruja verdadera. La Srita Larden se acaba de mudar al lado de su casa, en los suburbios de Oxford, y la anciana, que siempre ha sido una señora con sentido común, insiste que no está loca, pero que sabe con certeza que la vecina es una bruja porque la ha conocido antes, sabe quién es y lo que ha hecho. 

 Capítulo 2 
La anciana insiste con que su vecina es un demonio y agrega que está asustada porque le dijo que iban a ser muy buenas amigas. Edmund recuerda haberla cruzado una vez, y que le pareció una mujer sofisticada, atractiva y aparentemente importante. Su madre le pide que la ayude a salir de esa casa y el hijo se preocupa por ella. La Sra Pinkerton pone el oído en la pared que comparte con la srita Larden y le dice a Edmund que escucha que está tramando algo del otro lado. Él repara por primera vez que su madre ha bajado de la pared uno de los cuadros pintados por ella misma que decoran la casa. Ella le implora que haga algo y él, perdiendo la paciencia, le pide que se siente nuevamente; que se tranquilice y le cuente exactamente qué pasó con esa mujer. 

 Capítulo 3 
La Sra Pinkerton le cuenta a su hijo que el día anterior, cuando volvía de la farmacia vio a una nueva mujer en la casa, y que si bien no le gusta hablar con los vecinos, fue inevitable tener que saludarla. Ni bien la mujer volteó, vio algo familiar y extraño en su rostro. Cuando se presentó como “la Srita Larden”, ella reconoció el nombre pero no sabía de dónde. La anciana le dice a su hijo que no puede explicar por qué pero que aceptó la invitación de su vecina a tomar el té, donde ambas charlaron como viejas amigas. Edmund realmente no lo puede creer, su madre nunca se lleva bien con nadie. También le cuenta que la Srta Larden le preguntó si le molestaba que fumase, y ella le dijo que no le molestaba en absoluto, cuando en realidad odia ese hábito y a los fumadores. Su hijo escuchaba sorprendido porque conoce bien a su madre. Cuando la vecina tomó un cigarrillo, también utilizó una boquilla de plata y cuando la anciana vio el movimiento de sus manos, la reconoció. Asustada, retrocedió despacio y se despidió de ella con la excusa de que su hijo llegaría pronto. La vecina finalmente le dijo que creía que ambas iban a ser buenas amigas. Edmund está asustado por su madre, cree que está mal de la cabeza por como llora desconsoladamente. Le dice que no entiende por qué es tan terrible que la vecina quiera ser su amiga. La anciana le dice que esa es la manera en que marca a sus víctimas, y que seguro ya no tiene mucho tiempo. Edmund no entiende y su madre le dice que eso es lo que pasó en ese hotel aquel verano… El verano en que la srta Larden hizo desaparecer a Lucy Grey. 

 Capítulo 4 
La anciana le cuenta a Edmund que al poco tiempo de haberse casado con su padre, decidieron ir a Dorset, a un hotel frente al mar. Allí conoció a Lucy Grey, una viuda que se destacaba por su vestuario. Se hicieron amigas rápidamente ya que era una persona divertida y siempre obsesionada por la moda, hasta cambiaba su vestimenta varias veces al día. Un día ambas se encontraban en la terraza y dos señoras “escalofriantemente vestidas” según Lucy, pasaron cerca. Ella no dudó en criticarlas y ambas escucharon. Una tarde, cuando la Sra Pinkerton regresó de un paseo con su marido, se cruzaron con Lucy quien le dijo que necesitaba decirle algo. Se encontraron más tarde en la terraza donde ella, muy ansiosa le dijo que sospechaba que en ese hotel había una bruja. 

 Capítulo 5 
Edmund trata de comprender a su madre pero se preocupa porque en una hora tiene que ir a buscar a su hija Alice al colegio y hay una gran tormenta. La Sra Pinkerton sigue con su relato: Al principio creyó que Lucy le hacía una broma, pero su amiga le contó lo que le había sucedido. Ella estaba en el vestíbulo del hotel y vio a una mujer que le llamó la atención. Era alta, elegantísima, de piel muy blanca y unos cabellos negros y ondulados que le llegaban a la espalda. La saludó con un “Hola querida” y sus ojos la impresionaron. No sabía explicar por qué pero no se pudo sacar a la mujer de la cabeza en toda la tarde, no podía pensar en otra cosa. Lucy le cuenta que su tía le había dicho que algunas mujeres tenían el don de reconocer brujas de Metsküla, una raza de brujas; pero que era peligroso, ya que cuando las mirabas a los ojos, las brujas ya sabían que habían sido reconocidas y les tomaba poco tiempo hacerte desaparecer. Lucy agrega que averiguó el nombre de la bruja, que se llamaba Elizabeth Larden y que era una empresaria muy importante, dueña de una empresa de cosméticos. También le dice a la joven Sra Pinkerton que sabe cómo descubrir si en realidad Larden es una bruja o no. Las brujas odian el color amarillo y ella planea ponerle un pañuelo de ese color en el cuello, para ver cómo reacciona. La Sra Pinkerton se lamenta y dice que debería haber detenido a su amiga. 

 Capítulo 6 
El gato de la anciana se sube a su regazo y ella continúa su relato: Luego de su conversación con Lucy, ambas fueron al comedor y vieron a la Sra Larden. La encina dice que pudo confirmar lo bella y especial que era, pero que por las dudas no la miró a los ojos. Agrega que aunque no creía en brujas, sintió la necesidad de mantenerse alejada de ella. Edmund escucha el relato, pero disimuladamente mira el reloj. Al otro día, la joven Sra Pinkerton y su marido fueron a una excursión por la mañana. Ella estaba tentada de contarle todo el asunto de las brujas, pero no lo hizo para no quedar como una loca. Cuando regresó al hotel, buscó a su amiga para ver cómo le había ido con el asunto del pañuelo amarillo. Encontró a Lucy en el comedor y notó que algo en ella había cambiado. Increíblemente, todavía estaba con la misma vestimenta que a la mañana, lo que le llamó muchísimo la atención. Le preguntó qué había sucedido con la Srita Larden y Lucy le contestó que eso había sido muy extraño. 

 Capítulo 7 
Edmund no puede creer que esa Srita Larden de hace 50 años sea la misma Srta Larden de la casa de al lado que aparenta tener 25, 30 años. Mira su reloj, y como todavía tiene tiempo, le dice a su madre que continúe su relato. Le cuenta que esa mañana, Lucy había estado con el pañuelo amarillo en su bolso esperando el momento de tirarselo al cuello a la supuesta bruja. La había encontrado en la terraza, observando el mar y se había acercado a ella sigilosamente para no ser descubierta. Para su sorpresa ni bien dejó caer el pañuelo, la Srta Larden giró hacia un costado y dobló su cuerpo de una manera extraña e imposible para evitar el pañuelo que finalmente cayó al suelo. Lucy había disimulado diciéndole que había pensado que el pañuelo era suyo y se retiró rápidamente a su habitación. En el camino, comenzó a sentirse desorientada, y también presentía que no estaba sola aunque no había nadie a su alrededor. Cuando llegó a su habitación, no sabía cómo, pero la supuesta bruja estaba a su lado y su malestar terminó de golpe. La Srita Larden le había dicho que se alojaba en el cuarto contiguo y la invitó a tomar un té y a charlar. Durante el encuentro Lucy se sintió muy a gusto y le contó todo sobre ella. Cuando se despidieron le dijo “¿Sabe, Sra Grey? Usted y yo vamos a ser muy buenas amigas”. La joven Sra Pinkerton intentó distraerla hablándole de sus pinturas pero notaba que su amiga no era la misma que siempre. Le intenta explicar a Edmund que su amiga ya había sido hechizada y que lo mismo le ha pasado a ella esa mañana. Su hijo tarta de tranquilizarla pero ella le implora que la saque de esa casa porque no quiere terminar como su amiga. 

 Capítulo 8 
Afuera sigue lloviendo torrencialmente y Edmund logra calmar a su madre diciéndole que la llevará a su casa hasta que todo esto haya pasado. Piensa en que debe contactar al doctor Sterling, quien la atiende para consultarle qué hacer en estos casos. También le pide a su madre que no mencione nada de este asunto a su hija Alice, de 9 años, porque eno la quiere asustar. La tormenta oscurece la tarde y Edmund decide prender las luces de la sala y le llama la atención que el pasillo siga oscuro. A la Sra Pinkerton le parece extraño que su gato no regrese del cuarto, pero cree que es porque Edmund no le cae muy bien. Él le pregunta qué pasó al final con la Sra Grey. Al día siguiente Lucy no bajó a desayunar, recién bajó pasado el mediodía y se la veía muy demacrada. Dijo que había pasado una noche terrible, ya que había soñado con su tía que le decía “te lo advertí, pequeña”. Se había despertado sobresaltada y a medida que se despertaba y observaba su habitación, había notado que la luz no alcanzaba uno de los rincones. También había escuchado un ruido extraño, como si algo se arrastrara en la pared del cuarto vecino. El cuarto estaba frío y sentía como que algo se arrastraba dentro. Se había acurrucado en la cama y comenzado a rezar hasta dormirse. La Sra Pinkerton frena su relato porque escucha algo pero Edmund le dice que es solo la tormenta. Sigue su relato y le cuenta a su hijo que Lucy estaba muy preocupada porque no sabía qué le estaba pasando. Su amiga la convenció de que el tema de la bruja la había sugestionado y que debía descansar. Antes de irse a su cuarto nuevamente, le dijo que se verían en la cena. Jamás se volvieron a ver. 

 Capítulo 9 
La Sra Pinkerton tiene frío pero no quiere encender la chimenea porque ya se irán pronto de la casa. Prosiguió con su historia: Esa noche Lucy no había bajado a cenar con el matrimonio y la Sra Pinkerton se había preocupado. La llamó a su habitación desde el vestíbulo del hotel y encontró sus respuestas muy extrañas. Después de que se cortara la comunicación ella decide ir a ver su amiga, pero sirven la comida y su esposo le pide que coma primero, que unos minutos no van a hacer mucha diferencia. Después de cenar, intentó llamar nuevamente desde el vestíbulo pero esta vez nadie contestaba. Preocupada, corrió hacia la habitación de su amiga pero nadie le abrió la puerta. Su esposo y el conserje del hotel estaban preocupados por su comportamiento y fueron detrás de ella. El conserje notó entonces que la puerta estaba cerrada desde adentro, pero pudo abrirla igualmente. La habitación estaba completamente vacía, nadie sabía cómo Lucy podría haber desaparecido. La joven Sra Pinkerton sólo encontró en la cama un vestido que le había visto antes a su amiga, salvo que ahora tenía dos botones azules cerca del escote que no había notado nunca antes. 

 Capítulo 10 
Edmund escucha a su madre: dice que buscaron a Lucy por todos lados pero no encontraron ningún rastro de ella. La policía interrogó a todos los que estuvieron con ella, incluyendo a la Srita Larden, que al día siguiente se fue del hotel. La policía tenía dos hipótesis: la primera, que Lucy era una simuladora, una mentirosa que huía de algo. La segunda, que era una mujer desequilibrada que aparecería en algún momento diciendo que no tenía memoria o que era otra persona. El Sr Pinkerton aceptaba la segunda, y le dijo a su mujer que a él siempre le pareció que Lucy tenía un comportamiento extravagante. A la Sra Pinkerton no le quedó otra opción que ser razonable y aceptar esa realidad: nadie desaparece y las brujas no existen. Ahora la Sra Pinkerton está desesperada porque sabe que todo lo que le habrá dicho su amiga, es cierto. En eso, se escucha un gran trueno que hace que se corte la luz. Edmund le dice a su madre que se tranquilice ya que la electricidad volverá enseguida, pero ella no le contesta. 

 Capítulo 11 
Edmund llama nuevamente a su madre que le responde que está en la sala, donde se escucha un ruido fuerte. Cuando vuelve la luz, la Sra Pinkerton esta contra la pared con los ojos muy abiertos, con miedo, pero ambos ven que el ruido fueron unos lienzos que se cayeron. Edmund intenta llamar al colegio de Alice para avisar que se demorará pero le da ocupado. Decide apurar a su madre y le dice que se abrigue porque afuera sigue la tormenta. Ella se niega a dejar la casa sin su gato Picasso, que no aparece. Su hijo se da cuenta de que está convencida de que va a desaparecer pero decide usar el sentido comú
n que le dice “nadie desaparece en el aire”. Como tiene poco tiempo, le pide a su madre que prepare un bolso con su ropa, ecuestre a Picasso y que en unos momentos volverá a buscarla con Alice. Ella acepta y le pide que se de prisa. 

 Capítulo 12 
Edmund sale de la casa de su madre muy preocupado. Sabe que algo malo sucede en la cabeza de su madre y cuestiona sus acciones como hijo ¿era porque se sentía sola?¿él no la había cuidado lo suficiente? Intenta nuevamente llamar al colegio pero el tono sigue ocupado. Ese día Alice nota tres cosas extrañas en el comportamiento de su padre: primero, el nunca llegaba tarde a buscarla. Segundo, la expresión de su rostro no era la de siempre, lo nota preocupado. Ella sabe que los miércoles va a visitar a su abuela y le pregunta por ella. En ese momento suena el teléfono, es Patricia, su mujer. Él le avisa que esa su mamá pasará la noche en su casa y que le explicará luego las razones. Patricia insiste en que le cuente y Edmund le pide a su hija Alice que se ponga auriculares porque necesita hablar en privado. Esa es la tercera cosa extraña que nota la niña, su padre nunca le había pedido eso antes. Ella se los pone y baja el volumen para poder escuchar la conversación. Su padre le cuenta a su madre toda la historia de las brujas y expresa su preocupación. Luego, llama al Dr Sterling, le cuenta lo que le dijo su madre y al doctor se sorprende porque estas perturbaciones no aparecen de un día para otro. La comunicación se corta porque Edmund pierde la señal y luego se topa con un embotellamiento. 

 Capítulo 13 
La lluvia cae fuertemente en Abington Road, donde Edmund y Alice se encuentran detenidos hace 20 minutos. La pequeña ha escuchado las conversaciones de su papá y se pregunta qué pasa con su abuela y si está enferma. Sabe que su abuela siempre ha sido odiosa pero no es ninguna tonta. Saca su tablet y logra conectarse. Edmund llama a su madre y le dice que pronto estarán allí, pero ella no dice nada. Edmund insiste y le repite que pronto llegarán pero ella grita “sácame de aquí”. El hijo pregunta varias veces que le pasa pero ella no responde, finalmente dice “¿Nunca dejará de llover en Cornwall?” y después de ruido de estática, se corta la comunicación. Alice googlea “bruja amiga desaparecer” 

 Capítulo 14 
El primer sitio que Alice visita es witchpedia.com donde lee un artículo sobre ‘La Bruja Metsküla’ que dice que este tipo de brujas provienen de Metsküla, Lituania. Se caracterizan por su hermosura y por eso son odiados por el resto de las brujas. Llegan a tener 200 años y sólo envejecen antes de morir. Pueden ser destruídas muy fácilmente si entran en contacto con una prenda amarilla. Su principal rasgo es su vanidad, se consideran superiores a otras brujas, y necesitan ser admiradas siempre. La mayor amenaza para este tipo de brujas son las mujeres muy orgullosas, son sus peores enemigas y las hacen desaparecer en su propio orgullo. El hechizo es ejecutado en tres pasos: encantamiento, hechizo y transformación. Encantamiento: cuando la bruja sospecha que ha sido descubierta, la bruja atrae y encanta a su víctima para enterarse por qué es tan orgullosa. Hechizo: Es un hechizo de palabra, usualmente una frase amable y afectuosa. Es común que la víctima se sienta mal o sufra cambios de humor. Esta etapa puede durar hasta dos días. La bruja elige en qué objeto convertirá a su víctima, debe ser algo de lo que la víctima se sienta orgullosa. Transformación: La bruja espera a que su víctima esté sola para transformarla. El proceso demora varios pavorosos minutos ya que ella nota en qué se está convirtiendo. Edmund y Alice finalmente llegan a la casa de la Sra Pinkerton. 

Capítulo 15 
Cuando llegan a lo de la Sra Pinkerton, ya ha dejado de llover. Edmund golpea la puerta pero nadie atiende y decide usar sus llaves. Extrañado porque pensaba encontrar a su madre lista, la llama, pero nadie responde. Alice hace que va al baño pero de mientras husmea la casa y duda en contarle a su padre lo que leyó en internet, porque él sabría que estuvo escuchando sus conversaciones. En la cocina encuentra una taza de té y el agua todavía tibia. También encuentra a Picasso, quien no se deja agarrar y se esconde como si tuviera miedo. Alice nunca ha visto a su padre así tan desconcertado y nuevamente se pregunta si debería decirle lo que leyó acerca de las brujas. Finalmente el gato sale de abajo del armario donde la Sra Pinkerton guarda sus herramientas para pintar y Alice le pregunta “¿dónde está la abuela?”. Edmund cree que le pregunta a él y con la voz quebrada le dice que tal vez la abuela salió un momento. Alice nota el cuadro en el piso y le pregunta a su papá por él. Cuando le dice que la abuela lo había bajado el día anterior, ella piensa en lo que leyó en internet: era un objeto que su abuela había tocado. Lee el título en voz alta, “Tormenta en Cornwall” y eso llama la atención de su padre. “¿Nunca dejará de llover en Cornwall?” le había dicho la Sra Pinkerton la última vez que hablaron. Edmund conocía ese cuadro desde que era un niño y lo observa con cuidado. Allí en medio de la tormenta, puede ver una figura que antes no estaba. Una figura humana, una mujer. Se pone los antojos y reconoce el pelo blanco, el viejo salto de cama y la misma expresión desesperada que había visto esa tarde: era su madre… sola en esa tormenta, en ese cuadro; con un grito que no terminará jamás: “Oh, Edmund, sácame de aquí”.

RESUMEN | Los ojos del perro siberiano - Antonio Santa Ana

"Los ojos del perro siberiano" es el libro más conocido del autor ANTONIO SANTA ANA . (click ACÁ para leer su biografía). Publica...